El huerto del Hospital Sociosanitario Francolí cumple cuatro años con la cosecha de los primeros tomates del verano
La horticultura en el entorno sociosanitario es una excelente herramienta terapéutica que aporta bienestar físico y mental en un entorno al aire libre.
Forma parte del ritual de cada año, no es que sigan fielmente el Calendari del Pagès, pero los usuarios del Hospital de Día Francolí saben perfectamente que por noviembre hay que cosechar las olivas de los olivos del jardín y adobarlas, por julio los primeros tomates; fresas por mayo y así hasta completar el ciclo de la tierra.
El Huerto urbano del Hospital de Día del Sociosanitario Francolí, nació ahora hace 4 años cuando, desde la Unidad de Animación Sociocultural de GiPSS, se propuso a la Dirección la instalación de unas jardineras elevadas para que los usuarios plantaran flores como una actividad terapéutica más.
De las margaritas y los tulipanes se pasó a las fresas, tomates y berenjenas y así, el pequeño huerto ya formó parte del paisaje del Hospital.
Las labores en el huerto es una de las actividades más preciadas por nuestros usuarios, y una disciplina muy útil para personas mayores o con dependencia, ya sea con problemas de movilidad o con trastornos cognitivos.
Acompañados por los profesionales, labran la tierra, plantan el plantel, encañan los tomates, riegan y recogen el fruto. Estas acciones además de aportar entretenimiento, estimulan la movilidad, la atención, las relaciones interpersonales y la memoria, que a menudo pone de relieve la experteza de algún usuario que había hecho de pagès cuando era joven.
Los usuarios del Hospital de día Francolí están muy ilusionados, toman el sol, se relacionan y ya piensan que plantarán en otoño después de cosechar los últimos tomates del verano.